¿Desaparecerán de nuestras vidas las mascarillas en 2022?
Por: El Economista
Con el curso escolar comenzado, las preocupaciones sobre los contagios vuelven a debate entre muchas familias y profesionales, más aún en un momento en el que existen opiniones dispares sobre su obligación o no de utilización en espacios cerrados, en concreto, en instituciones educativas.
En esta línea, los fabricantes españoles de productos de protección sanitaria defienden la necesidad del uso de mascarillas para garantizar la seguridad tanto de estudiantes como docentes y familias. A pesar de ello, no solo es suficiente este producto, sino que debe ir acompañado de otras medidas de seguridad como la ventilación y la distancia de seguridad porque una de estas acciones por sí sola no es suficiente.
Gracias a los 160 millones de mascarillas que producen las 17 empresas asociadas a OESP, se permite asegurar un abastecimiento a nivel nacional suficiente de estos productos, cubriendo así las necesidades de todos los estudiantes y docentes para mantenerse protegidos los próximos meses.
A pesar de las medidas que quitan la obligatoriedad de uso de mascarilla, existe una gran parte de la población que se quiere seguir protegiendo, más aún cuando sabemos que hay gente que no se quiere proteger y no la lleva en determinados espacios o en la calle.
Entre las mascarillas más adecuadas para ser utilizadas por los menores, las de tipo FFP2 son las más seguras para la población en general. Pese a ello, la OCU apunta que “las mascarillas higiénicas son las más indicadas para su uso como prevención por la población sana”.
Asimismo, cabe destacar 4 tipos diferentes. En primer lugar, las mascarillas infantiles desechables. Estas incluyen las mascarillas quirúrgicas de un solo uso. Por otro lado, se encuentran las reutilizables, que cuentan con un diseño similar a las quirúrgicas, además de las mismas propiedades. Las lavables, por su parte, entre las que se encuentran diseños de tela, no son tan eficaces como los dos grupos anteriores. En último lugar, las FFP2 protegen tanto a quienes la llevan como a quienes se encuentran a su alrededor.
Lo más importante, en cualquiera de los casos, es que, para garantizar la protección, es necesario que las mascarillas que se utilicen cuenten con las certificaciones y homologaciones correspondientes. En concreto, teniendo en cuenta que en los centros educativos se realizan diversas actividades no solo dentro de las aulas, sino también enfocadas al deporte, es esencial que esté demostrada su capacidad de filtración y que el menor pueda respirar bien.