Elvira González: «Los sanitarios somos el mayor activo de nuestro Sistema Nacional de Salud, hay que cuidarlos»

Por: Elvira González Santos, presidenta de AETESYS.

Quisiera empezar este artículo de opinión con el titular de este otro, publicado en la Vanguardia en agosto del 2020 “La falta de EPIs ayudó al contagio de sanitarios y dañó la respuesta a la COVID”. La falta de equipos de protección, los famosos EPI, y de pruebas de diagnóstico, las PCR, contribuyeron a la alta tasa de contagios entre el personal sanitario y sociosanitario y mermó la capacidad de respuesta del sistema a la epidemia de Covid-19 en España. Es la conclusión de un informe de Médicos sin Fronteras (MSF) realizado en las fases más agudas del brote.

El desempeño profesional relacionado con el sector sanitario, tiene riesgos laborales específicos originados por la propia práctica asistencial, por las instalaciones, por los equipos utilizados y por el espacio de trabajo etc., pero el riesgo más importante en el ámbito sanitarios es la transmisión de enfermedades por la exposición a agentes biológicos, me refiero a la exposición a agentes vivos o sus derivados capaces de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad en el hombre. Estos agentes pueden ser de diversa índole y trasmitirse por distintas vías (aérea, sanguínea, contacto directo con secreciones o fómites).

Ante a los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos la protección de los trabajadores es primordial para garantizar la seguridad y la salud de los mismos

Los equipos de protección individual (EPI) son fundamentales para el control del riesgo y deben utilizarse cuando los riesgos no se puedan evitar o no puedan minimizarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o medidas relacionadas con la organización del trabajo.

Los EPI están sometidos a un doble marco normativo:

  • Desde la seguridad y salud en el trabajo el Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, que establece las disposiciones mínimas para garantizar una protección adecuada del trabajador/a durante su utilización
  • Desde la seguridad del producto, por el Real Decreto 1407/1992, de 20 de noviembre, establece los requisitos que deben cumplir los EPI, desde su diseño y fabricación hasta su comercialización, con el fin de garantizar la salud y seguridad de los usuarios y su modificación recogida en el R.D. 159/1995 de 3 de febrero.

LA-VANGUARDIA-MATERIAL-ESTRATEGICO

Hecha esta introducción, no hace falta profundizar más en normativa y definiciones técnicas que en muchos casos no se cumplieron durante la crisis sanitaria vivida  por causas multifactoriales y que eso influyó en una insuficiente respuesta ante la pandemia como apunta el estudio de MSF, porque mi reflexión va de otra cosa, mi reflexión tiene que ver con el dolor de los profesionales y pacientes contagiados y fallecidos por  algunas decisiones de gestores mal tomadas, por la falta de EPIs y por la utilización de EPIs sin garantías normativas  o defectuosos.

Unos contagios, como en mi caso, difíciles de prever en la fase inicial de pandemia y otros completamente evitables y predecibles.

No es mi intención en este articulo señalar culpables o buscar depuración de responsabilidades, pero si provocar un análisis serio de todo lo acontecido que permita mejorar y rectificar errores.

Los profesionales sanitarios somos el mayor activo y  valor de nuestro Sistema Nacional de Salud, hay que cuidarlos, es responsabilidad legal del empleador y moral de todos, es por ello que desde la asociación que presido, AETESYS, donde encabezamos las estadísticas de profesionales sanitarios  fallecidos con  Técnicos en Emergencias Sanitarias y Técnicos en Cuidados de  Enfermería haciendo su trabajo sin protección adecuada, porque España estaba desabastecida, llevamos tiempo haciendo hincapié, ante la administración pública y empleadores privados, en la importancia de estar provistos siempre y dotar sin escatimar a los profesionales de EPI  con todos los certificados y garantías y de formarles en su correcta utilización.

España tiene una industria competitiva y de calidad en esta materia que debe ser potenciada y sostenida como garantía de abastecimiento para que nunca más se repita lo vivido, un sistema sanitario envidiable y unos profesionales excelentes. Protejamos las manos que nos cuidan como se merecen, vamos a invertir en lo nuestro, nuestra industria y en lo que importa, nuestra salud.

Elvira González Santos

Presidenta de AETESYS


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